Es la primera prótesis de mano que se construye aprovechando la tecnología de las impresoras tridimensionales.
La colaboración se realizó a distancia entre el carpintero Richard Van As, desde Sudáfrica, y el artista de efectos especiales Ivan Owen, desde Estados Unidos. Diseñaron la pieza para proponer una solución a las personas que no cuentan con dinero suficiente para comprar una prótesis que podría costar hasta 10.000 dólares.
Al nacer, a Liam le amputaron los dedos de la mano derecha por una infección, y hoy cuenta con una mano mecánica con palancas que imitan la función de los dedos. El proyecto comenzó en 2009, cuando se presentó la mano en una convención sobre ciencia ficción. Esa vez, Ivan Owen grabó y subió a Youtube un video que vio Richard Van As en Sudáfrica, quien se interesó porque también había perdido dedos en un accidente. Se contactaron y trabajaron a la distancia.
El año pasado, la mamá de Liam encontró en Internet el proyecto que podría ayudar a su hijo.
Para diseñar la prótesis usaron el programa Open Scand; el archivo fue apenas de 2 megabytes. Bastó con que Owen lo adjuntara por mail y se lo enviara a Van As, quien lo descargó e imprimió la prótesis. Las impresoras 3D se usan para imprimir objetos pequeños. Primero, se dibuja y diseña el modelo en 3D y luego, al igual que una impresora de papel, se envía el archivo para después crearlo. Existen distintos métodos de impresión, uno de ellos con látex.
(fuente: http://www.clarin.com/sociedad)