sábado, 22 de junio de 2013

Imprimieron en 3D una prótesis para un nene

Un carpintero y un experto en efectos especiales se reunieron no para diseñar la escenografía de una película, sino para crear con una impresora 3D una mano para Liam, de 5 años.

Es la primera prótesis de mano que se construye aprovechando la tecnología de las impresoras tridimensionales.

La colaboración se realizó a distancia entre el carpintero Richard Van As, desde Sudáfrica, y el artista de efectos especiales Ivan Owen, desde Estados Unidos. Diseñaron la pieza para proponer una solución a las personas que no cuentan con dinero suficiente para comprar una prótesis que podría costar hasta 10.000 dólares.

Al nacer, a Liam le amputaron los dedos de la mano derecha por una infección, y hoy cuenta con una mano mecánica con palancas que imitan la función de los dedos. El proyecto comenzó en 2009, cuando se presentó la mano en una convención sobre ciencia ficción. Esa vez, Ivan Owen grabó y subió a Youtube un video que vio Richard Van As en Sudáfrica, quien se interesó porque también había perdido dedos en un accidente. Se contactaron y trabajaron a la distancia.

El año pasado, la mamá de Liam encontró en Internet el proyecto que podría ayudar a su hijo.

Para diseñar la prótesis usaron el programa Open Scand; el archivo fue apenas de 2 megabytes. Bastó con que Owen lo adjuntara por mail y se lo enviara a Van As, quien lo descargó e imprimió la prótesis. Las impresoras 3D se usan para imprimir objetos pequeños. Primero, se dibuja y diseña el modelo en 3D y luego, al igual que una impresora de papel, se envía el archivo para después crearlo. Existen distintos métodos de impresión, uno de ellos con látex.








(fuente: http://www.clarin.com/sociedad)

domingo, 16 de junio de 2013

Proyecto ATLAS

ATLAS es un exoesqueleto de miembros inferiores para la asistencia de la marcha en pacientes pediátricos cuadriplejícos




 





El exoesqueleto ATLAS es una órtesis activa y se ideó para la asistencia de caminar. 
En la terminología de órtesis se puede considerar como un THKAFO activa (Trunk-Hip-rodilla-tobillo-pie Órtesis).
ATLAS tiene por objeto apoyar a niños y ayudarlos a caminar a una velocidad moderada (<1 m / s). La patología particular del usuario ATLAS "es tetraplejia"; esta parálisis se debe a lesión de la médula espinal, y por lo tanto, no se pueden mover las extremidades, ni controlar el tronco para mantener el equilibrio. Además, las señales biológicas de la corteza motora no llegan a las extremidades en pacientes tetrapléjicos. Por lo tanto, con el fin de comandar el movimiento del exoesqueleto, bioseñales pueden ser adquiridos a través de métodos no invasivos típicos utilizados en exoesqueletos, tales como electro-miogram. Con todo esto en mente, el exoesqueleto ATLAS ha sido considerado como un peso ligero, fácil de manejar y poner el sistema robótico integrado por los siguientes componentes principales de la Figura 1.


 


Figura 1. Boceto conceptual del ATLAS exoesqueleto

1.    Estructura mecánica: Como una ortesis de miembro inferior, que debe ser simple, ligero, fuerte, duradero y cosméticamente aceptable. Se trata de un mecanismo de 6 grados de libertad, que tiene 3 DOF por pierna: cadera, rodilla y tobillo. La estructura se une al cuerpo del usuario a través de cómodas correas. El exoesqueleto no debe ser voluminoso.
2.    Sistema de accionamiento: El movimiento de las articulaciones es impulsado por motores eléctricos en la cadera, la rodilla y el tobillo.
3.    Sistema sensorial: Se compone de goniómetros en la cadera, la rodilla y el tobillo del usuario para medir ángulos de las articulaciones, una unidad de medición inercial (IMU) en el torso, y un sistema de medición de la presión plantar en el zapato de cada pie.
4.    Controlador de Gait: está programado para seguir trayectorias conjuntas naturales que han sido obtenidos haciendo uso de los datos del análisis de la marcha, mientras que reaccionan dócilmente a partir de pequeñas perturbaciones en el plano sagital. El controlador  electrónico, amplificadores sensores y las baterías se colocan dentro de una mochila. 




Test exoesqueleto proyecto Atlas





Prueba del exoesqueleto ATLAS en niña de 9 años







viernes, 7 de junio de 2013

Myomo e100

Un brazo robótico ayuda en la rehabilitación de pacientes con secuelas de accidentes cerebrovasculares

Esta nueva creacion está destinada a pacientes que sufrieron accidentes cerebrovasculares; la cual permite recuperar la movilidad de sus extremidades superiores con funciones mínimas, activandose a traves de electrodos.
El año pasado, la norteamericana Mary O Regan, de 40 años sufrió un ACV que le dejó un brazo inmóvil, ella se anotó en una prueba clínica para un nuevo dispositivo robótico llamado Myomo e100.





Mary O Regan había logrado con la rehabilitación volver a hablar y a caminar. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos no había conseguido recuperar el movimiento de su brazo izquierdo.
Este dispositivo, que se usa como una prótesis para el brazo, funciona de la siguiente manera: detecta la débil actividad eléctrica en los músculos de las extremidades superiores de los pacientes y ofrece la asistencia necesaria de modo de que la persona pueda completar ejercicios simples, como levantar una caja o activar una llave de luz. Mediante la práctica de estas tareas, los pacientes están en condiciones de volver a aprender cómo extender y flexionar el brazo, con lo que reconstruyen y fortalecen redes neurológicas.
Cuando Mary O Regan probó por primera vez el dispositivo Myomo, en octubre del año pasado, su brazo fue ubicado en el interior del aparato de metal y plástico y se colocaron luego electrodos en su bíceps y tríceps de modo de detectar la actividad eléctrica.
En un comienzo, su brazo estaba flexionado en un ángulo de 90°. Cuando intentó extenderlo, el dispositivo se activó y su brazo se extendió inmediatamente.
Con el dispositivo pudo hacer tareas como doblar toallas, abrir cajones y levantar una alfombra.
Un estudio sobre el dispositivo Myomo  publicado en el mes de abril pasado en el American Journal of Physical Medicine and Rehabilitation, descubrió que los pacientes que habían hecho ejercicios con el dispositivo durante un total de 18 horas, durante seis semanas, habían experimentado una mejora en la función de sus extremidades superiores.
Por el momento se ignora si estas prótesis pueden ayudar también a aquellos pacientes que sufrieron lesiones en la médula y otras zonas.